El
Senador del PSOE por León pone de relieve que con la entrada de las empresas
privadas en la explotación del sector ferroviario, el estado seguirá cargando
con las perdidas y las empresas privadas los beneficios”
En León, a 14
de abril de 2014.
La decisión del Ministerio de Fomento de introducir la empresa privada como “nuevos operadores”
ferroviarios clarifica de una vez lo que hemos estado anunciando
durante el último año, las inversiones de las infraestructuras públicas
ferroviarias pagadas con dinero de todos los españoles los recogerán en
beneficios los operadores privados, un negocio redondo.
Con este sistema de explotación los
operadores privados accederán a un negocio con más de 500 millones de usuarios,
los cuales hasta la fecha utilizaban en exclusiva los servicios prestados por
las compañías públicas pertenecientes a la matriz RENFE.
Esta “privatización” deja perfectamente claro
a los ciudadanos la intención del
Gobierno de beneficiar a un reducido número de empresas privadas para que
aprovechen este importante mercado, abonando una pequeña parte al estado
quedándose con las frecuencias más
utilizadas por los usuarios.
La nueva liberación del sector emprendida por
la Ministra Pastor entrega a las empresas privadas unas infraestructuras ejecutadas con cargo a los presupuestos
generales del estado y que de por
sí la iniciativa privada no podía
soportar.
Para culminar este proceso el ministerio ha
llevado a cabo un trabajo previo,
fragmentando la empresa principal RENFE en otras compañías como RENFE
material rodante (alquiler y venta), que será la que se ocupe de poner en manos
de los operadores privados la maquinaria necesaria para la explotación de las
líneas de pasajeros.
Renfe
lleva meses recopilando diverso material ferroviario el cual proviene de
infraestructuras que han sido paralizadas o que ya no piensa realizar,
almacenándolo en las instalaciones que tiene en Madrid para entregárselo a las
empresas resultantes de dicha concesión a un precio muy inferior al de su
valor.
Con esta privatización el ministerio que
dirige Ana Pastor devalúa la
empresa pública Renfe, a su
equipo directivo y a sus trabajadores, a los cuales “deprecia” al introducir la iniciativa privada en un
negocio como es el sector ferroviario
que debe ser gestionado por la empresa pública, la cual cuenta con suficiente
capacidad, un prestigio que le otorgan sus más de 150 años de funcionamiento y
personal cualificado y profesional que hoy en día garantizan un buen servicio a
los ciudadanos.
Con esta decisión el Gobierno Central pretende convertir nuestro modelo de
explotación ferroviario en uno al estilo “Argentino o Británico”, lo que
acarreará la desamortización de Renfe en beneficio único y exclusivo de la
insaciable iniciativa privada, la cual recoge los beneficios dejando al estado
la mayor “carga presupuestaria” que es
el mantenimiento y las inversiones.
NICANOR
SEN VELEZ Senador
por León y Alcalde de Cistierna
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