LA LÁPIDA DE TREBIUS NEPOTI
La inscripción fue hallada a finales del mes de abril durante la excavación arqueológica de un céntrico solar situado en la calle Pío Gullón de Astorga.
Allí aparecieron los restos de la esquina noroccidental del pórtico que rodeaba el foro de Asturica. El foro era la plaza pública por excelencia, el lugar donde se desarrollaba la vida pública de la ciudad, tanto a nivel político, jurídico y religioso, como comercial; y, también era el sitio donde se colocaban las placas o inscripciones honorarias y conmemorativas que la ciudad dedicaba a los personajes ilustres.
La inscripción, que tiene 55 centímetros de alto por unos 75 centímetros de largo, conserva las tres cuartas partes de una lápida de caliza marmórea de forma rectangular, de una calidad extraordinaria. El campo epigráfico presenta letra capital cuadrada y el texto se distribuye en cinco líneas con palabras separadas por hederas (hojas de hiedra). Falta un fragmento, por tanto desconocemos el nombre completo y la filiación familiar del personaje, no obstante, el Cursus Honorum, está perfectamente claro. Trebius sería el apellido y Nepoti indicaría el apelativo del personaje.
La inscripción, por tanto, está dedicada a Trebius Nepoti, que según la traducción era:
‘Tribuno militar’ -oficial de alto cargo dentro de la legión romana-,
‘Praefecto equitum’ -comandante de caballería-,
‘Praefecto vigilium’ -comandante de los vigilantes-
‘Procuratori’ -administrador imperial en la época del emperador Tiberio-.
Es un personaje con cargos de carácter militar y de carácter civil, un alto funcionario de la administración romana, al servicio de la ciudad. El cargo de Procuratori señala que probablemente fuera el cargo más alto del gobierno de la ciudad e incluso del Convento Jurídico Astur, demarcación territorial de la que Asturica asumió la capitalidad. La acumulación de cargos señala que era una época convulsa en la zona astur, en torno al fin de las guerras cántabras. El cargo de Praefecto vigilum hace referencia a un cuerpo de seguridad que crea Augusto a principios del Imperio y que se encargaban de realizar patrullas nocturnas y de prevenir y sofocar los incendios (lo que hoy sería la Policía Local).
El hallazgo constata la hipótesis sobre la antigüedad de la ciudad de Astorga, ya que en el Cursus Hornorum de esta inscripción figuran los cargos que ostentaba la persona que aparece en la lápida, y estos indican que Asturica era ya, en tiempos del emperador Tiberio (14-37 d.C.), un asentamiento urbano, es decir, una ciudad.
El emperador Augusto, una vez finalizadas las Guerras Cántabras (29 – 19 a.C.) instaló un campamento militar en el cerro donde ahora se asienta la ciudad de Astorga, y colocó allí - en torno al año 15 a.C. - a la Legión Décima Gémina. Esta unidad militar estaba integrada por soldados especializados en la construcción que se encargaron de realizar las infraestructuras propias de una ciudad, alcantarillado, red viaria, vías de comunicación…de modo que, en el primer tercio del siglo I d.C., con el sucesor de Augusto – su hijo adoptivo Tiberio- este enclave, inicialmente militar, se transforma en una ciudad, Asturica Augusta.