El precio de la patata es casi un tabú entre los patateros de Castilla y León por las grandes fluctuaciones que está viviendo, incluso día a día, en las diferentes zonas productoras, tal y como destaca Eduardo Arroyo, presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León, Appacyl. “Solo falta una semana de sufrimiento y ya podremos hablar de otra cosa”, asegura a la espera de que terminen en Albacete y se regularicen los precios.
En las últimas dos semanas se está intentando normalizar el precio y se ve una tendencia entre los 30 y 35 céntimos el kilo. “No sabemos si van a permanecer en ese rango o seguirán lo que marquen los contratos”, según Arroyo, pero en todo caso cabe esperar.
Recuerda que la patata temprana partía de unos precios altos, con buena producción y calidad. Hace unas semanas en CAMPO se hablaba de 50 céntimos, después bajó a los 40 y ahora desciende a los 30-35 céntimos.
Variedades como la soprano, ambra o agria se pagan hoy a un precio mayor que la colomba. “Debemos regular un poco mejor las variedades” ya que este año ha habido exceso de colomba que ya se veía venir. “Quizá cuando plantamos no escuchamos”, dice.
Eduardo Arroyo explica que “aunque no tendría que haber ocurrido”, se ha dado la circunstancia de que en Albacete ha venido más tardía y en Castilla y León “nos hemos adelantado”. Por eso, considera que es importante aguardar unos días más, a que finalice en Albacete, para que “nuestra oferta ya se admita más en el mercado”.
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