Emilio Gª. Ranz / ASTORGA.-Eran las 13.03 h. del mediodía. Astorga estaba llena de gente. Muchos turistas –incluso algún peregrino– y gente este Puente se encontraban en la Plaza España, frente al ayuntamiento –algunos habíamos estado unos minutos antes de la una del mediodía esperando ver a los icónicos maragatos del ayuntamiento moverse y tocar la campana– y mucha otra gente visitaba los puestecillos del mercado navideño cuando todos se paralizaron. Algunos con sorpresa y otros con temor. Los móviles empezaron a sonar y toda la gente de puestos y transeúntes que estaban en mitad de la calle pararon al oír el pitido de alerta. «Vamos a encerrarnos a casa» dijo un padre a su hija. Una señora mayor también se asustó. Todos leímos la pantalla «alerta por riesgo extremo de nevadas. Aviso nivel rojo.»
La señora de una tienda de antigüedades que estábamos visitando para comprar algún objeto antiguo para decorar nuestra casa levantó la cabeza del móvil y dijo «siempre ha nevado.» «No creo que nieve aquí pero sí en el pueblo de arriba o hacia el Manzanal». Siempre ha nevado en nuestra comarca –y con más intensidad– y nunca habían lanzado una alerta como si nos fuéramos a ahogar como ocurrió en Valencia. «Lo hacen para limpiar su imagen. Para no recibir críticas. Ahora pecan de exceso para que no les digan nada porque pecaron de defecto en la #Dana de Valencia» decía un señor. La verdad es que en Astorga, el domingo, hacía frío de nieve pero no tanto como para lanzar una alerta como si fuese el fin del mundo. Ha nevado mucho más cualquier año y nunca nos han alertado de nada.
El 90% de la gente apagó la alarma y siguió con tranquilidad su mañana de compras de Navidad o tomando cañas con los amigos. Nosotros nos fuimos a comer y sí, pasadas las tres cayeron algunos pequeños granizos. Seguro que en algún pueblo de la montaña fueron nieve –como siempre ha ocurrido los últimos cien años–. Los carteles de la autovía A-6 alertaban a los conductores de posibles fuertes nevadas (yo sí que las ha visto en el pasado) y que no cogiesen el coche si no era necesario... la verdad es que yo no vi siquiera un copo de nieve y pasando Riego de la Vega brillaba el sol (con un gélido frío que hacía taparse las orejas pero brillaba el sol)
No hay comentarios:
Publicar un comentario