[27/07/2018]- De los cuatro caños de la fuente más antigua de Astorga, Fuente Encalada, vuelve a emanar agua de consumo humano para la ciudad. El Ayuntamiento de Astorga, tal y como explicó esta mañana el alcalde, Arsenio García, ha rehabilitado esta fuente entre 2016 y 2017, ya ha analizado el agua durante 2018 para comprobar su calidad y potabilidad. “Es un lugar emblemático de Astorga, que conocimos de niños y a través de las historias de nuestros abuelos. Después de muchos años de dejadez municipal, motivo por lo que la fuente estaba contaminada y en desuso, hemos acabado la rehabilitación y devolvemos de este elemento que tanto tiene que ver con nuestra historia.
Es la fuente más antigua del municipio, hecha por el Ayuntamiento en 1674 y rehecha en la época de la ilustración 1788. Con el sonido del agua surtiendo en sus cuatro caños, Garcia Fuertes, ha querido realizar el anuncio a los ciudadanos que Fuente Encalda tiene agua potable.
Se trata de otra medida más en la política del quipo de Gobierno de ir recuperando espacios en la ciudad de uso público y “para beneficio de todos”, como son el Mayuelo, o la mejora de la Eragudina y la recuperación de fuentes como ‘La Moruna’ del parque de la Sinagoga y la fuente de la Plaza de la Libertad.
Esta fuente fue impulsada por la Sociedad Económica de Amigos del País de Astorga dentro del espíritu de la ilustración para abastecimiento de agua de la ciudad”, ha explicado el alcalde.
El agua de Fuente encalada surge del manantial de acuífero subterráneo y actualmente y a posteridad será vigilada su potabilidad por Aquona.
El Ayuntamiento presentó el proyecto para revitalizar este patrimonio y solicitar una subvención a la Diputación. Esta, se ha formalizado a través del Instituto Leonés de Cultura, que ha otorgado 5.917 euros del total de 15.911 que cuesta la intervención.
La cubierta, construida originariamente en pizarra, estaba en un estado avanzado de deterioro, tal y como apuntó el concejal de Obras, Manuel Ortiz González. El agua se contaminaba al fallar el cerramiento del manantial y acceder diferentes tipos de aves en su interior, acumulándose detritus y materia orgánica. “En los últimos años se han hecho intervenciones en el ajardinado de la zona, faltaba una intervención en la fuente para devolverla a su estado originario. Los caños han desaparecido y esta ya no arroja agua y cuando lo hacía hace tiempo no era potable”, subrayó García Fuertes.
Se han cerrado todos los huecos, como luceras y ventanas, con malla mosquitera para evitar la entrada de animales y restos vegetales en el manantial. Se sustituyó la precaria puerta de acceso al manantial y se crearó una nueva para poder realizar tareas de mantenimiento. Por último, la Brigada de Obras municipal repuso las piezas de la cornisa que presenten fisuras con segmentos de granito.
Esta obra se complementó con la mejora en la iluminación de la calle Reguero de las Monjas, que conecta el barrio de Santa Clara con Fuente Encalada en un intento de embellecer la zona.
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