lunes, 27 de febrero de 2017

El láser completa las pinturas de la Edad de Bronce de Castrocontrigo

El láser completa las pinturas de la Edad de Bronce de Castrocontrigo ( Diario de León - 26/02/2017 )

El láser completa las pinturas de la Edad de Bronce de Castrocontrigo

Los científicos encuentran nuevos pictogramas gracias a la combinación de tecnologías.


26/02/2017

A. DOMINGO | REDACCIÓN
Poco más podría añadirse al descubrimiento de las pinturas rupestres de la Peña del Pozo de Rocebros y del Cerro de Llamaluenga, en el municipio de Castrocontrigo, hasta la llegada de las nuevas tecnologías, que permiten distinguir allí donde el ojo humano no ve. La tecnología láser y cámaras de alta resolución, así como avanzados sistemas de procesado digital han permitido a un equipo de la Universidad de Salamanca completar el yacimiento, según publicó recientemente la revista internacional especializada Journal of Cultural Heritage.
El equipo que publica el trabajo está formado por los geólogos Javier Fernández-Lozano, Gabriel Gutiérrez-Alonso, Miguel Ángel Ruiz-Tejada y Marta Criado-Valdés. Los dos primeros ya han trabajado en otros proyectos de carácter patrimonial, como en la elaboración de un modelo digital en alta definición y tres dimensiones y en una planimetría terrestre del bosque del Carbonífero de Alejico (Sabero), yacimiento amenazado por la erosión, que permite su preservación en formato digital y su divulgación. Del mismo modo, las pinturas rupestres de Castrocontrigo se ven amenazadas por procesos naturales, los incendios sufridos en la zona e incluso por el vandalismo —alguien realizó una pintada en la roca— y el empleo de nuevas tecnologías permite no sólo ampliar el conocimiento que existe sobre éstas, sino, además, su conservación.
El descubrimiento en el año 2000 el vecino de Castrocontrigo Luis Alberto Cenador llevó a inventariar en la roca, al aire libre y en la primera ubicación «hasta cinco figuras humanas esquemáticas realizadas en color rojizo y, por encima de ellas, un posible circuliforme». A unos 350 metros, en el Cerro de Llamaluenga, el ojo de los especialistas distinguió un símbolo similar a la letra del alfabeto griego «phi», un sol y otras tres figuras humanas, de la misma factura, según la información que proporciona la Junta.
Catalogadas como Bien de Interés Cultural, se sitúan en tres lienzos de roca y proceden posiblemente de la Edad del Bronce. Su conservación resulta especialmente complicada por encontrarse al aire libre y ya cuesta distinguirlas al observador. Para quien no conozca su ubicación es realmente complejo encontrar los motivos pictóricos.
El uso de las últimas tecnologías ha permitido a los investigadores trabajar en una zona montañosa, de difícil acceso, y donde el uso de los medios tradicionales no es posible por lo reducido del espacio. Además, se trata de procedimientos no invasivos, que han permitido la captura digital de nueva información sobre los restos en longitudes de onda imperceptibles para el ojo humano. La mayor resolución de los métodos permite, además, realizar paneles tridimensionales de los lienzos que contiene las pinturas, lo que permite su preservación.
Guerreros armados
Nuevas figuras humanas, presuntamente guerreros armados, bien formando una fila o danzando alrededor de símbolos solares. Además, se han observado nuevas figuras geométricas en una estado de conservación muy pobre. La escorrentía y la acción de los agentes atmosféricos, junto con el incendio de Castrocontrigo, ocurrido en 2012, han afectado de forma significativa a las representaciones pictóricas, ya que las temperaturas que alcanzaron las llamas —arrasaron, entre otros muchos, todo este paraje— provocaron desconchones en la roca y ensuciaron con hollín la piedra.
El estudio publicado destaca distintas técnicas empleadas por los autores de las pinturas rupestres. Así, concluyen que los trazos más gruesos se realizaron con la mano, mientras que los más finos corresponderían, probablemente, a algún tipo de herramienta. Los geólogos han reconocido la presencia de depósitos de mineral de hierro en la zona que pudieron utilizarse para obtener los pigmentos.
La investigación puede proporcionar nuevos datos a los arqueólogos que ayuden a comprender las relaciones que existieron entre los pueblos de la costa atlántica y del interior peninsular en un momento histórico del que existen muy pocos datos, especialmente en el cuadrante noroeste, debido al tipo de roca en el que se ejecutaron las pinturas rupestres, que dificulta su preservación.

No hay comentarios: