VILLAMONTÁN DE LA VALDUERNA
Llegó y preguntó el forastero si el Sr. Paco, el curandero, vivía allí en Villamontán. Porque al curandero venía como a definitivo remediador de todos males ,después de haber visitado a tantos médicos ,sin mejorar de sus dolencias.
Hombre excepcional de rica personalidad el Sr.Paco ; andariego y emigrante, nació el año 1885 en Pereruela de Sayago de la provincia de Zamora, de ahí que también se le llamara el “zamorano”. A los 7 años emigra con sus padres y dos hermanos a Cuba, dedicándose a la agricultura y ganadería . Allí descubre por primera vez el poder curativo de las plantas , enriquecido con las enseñanzas de su padre, ayudante de enfermería .
Regresa a España a los 16 años para hacer el servicio militar . En el ejército está hasta los 23 años fecha en que se da de baja con el grado de sargento. No era esa su carrera.
Ya casado con María Redondo vuelve de nuevo a Cuba donde nacerán sus cinco hijos. Terrateniente de una gran plantación platanera con 50 jornaleros saca tiempo para dedicarse al estudio y aplicación de las plantas como curación de las múltiples dolencias de aquellas sencillas gentes, carentes de médicos y sanitarios, llegando hasta tener que practicar, legalmente autorizado, una autopsia. Como resultado del contacto con los enfermos contrae el paludismo que le obliga a regresar con su familia de nuevo a España para su recuperación. Era el año 1936 . .
Breve estancia en Pereruela y Salamanca , para asentarse definitivamente en Villamontán . Monta una tienda de ultramarinos y un bar lleva el racionamiento de los siete pueblos del ayuntamiento. Es la época de la postguerra. Tiempos muy difíciles aquello¡ en lo que él ayudó económicamente a tanta gente de la valduerna. Generoso para dar a los muchos necesitados, y despreocupado en cobrar, al morir dejó una libreta de anotaciones donde aparecían numerosas anotaciones pendientes de pagos.
Siempre original y creativo, con cualidades de líder para aunar voluntades aparecía como animador en las fiestas del pueblo con ocurrentes programas,bailes y juegos-
Reanuda su actividad como curandero. Como tal jamás acude a métodos oscuranderiles, milagrerías neuropáticas ,placebos ni esoterismos oscurantistas. La sobraba su innato instinto para conocer con finura táctil y respetuosa el cuerpo humano, el sistema óseo y las fracturas traumatológicas, así como desarreglos neurovegetativos , y estados de ansiedad y depresiones. Los remedios recomendados serán lo emplastos de hierbas , escayolas simples, entablillado de los huesos rotos o quebrados, infusiones de tisanas. Eso sí, siempre respetuoso con la medicación prescrita por los facultativos. .Los resultados fueron tan sorprendentes que el pueblo se vio inundado a diario de autobuses, coches,carros,caballerías , procedentes de toda la valduerna,de la provincia de León y resto de Castilla así como de Asturias,y Galicia. Poseía una capacidad especial para diagnosticar una dolencia solo con tocar al paciente con las yemas de los dedos , a esto se unía un trato cercano, cálido, respetuoso y un tono de voz sereno y acogedor.
Siempre respetuoso con los diagnósticos y prescripciones médicas, mantuvo relaciones amistosas con los facultativos, salvo contadas excepciones.
Todo el norte de España especialmente podría atestiguar tan exitosas curaciones.
A los 53 años se quedó invidente. Falleció a las 84 años en el 1979.
Bien merecería un homenaje público persona de tal calidad como fue Francisco Redondo.
Landelino Franco Fernández
Cronista Oficial del Ayuntamiento de Villamontán de la Valduerna
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