Vecinos y voluntarios –como el bañezano que perdió la vida– los 12 de San Félix de La Valdería, los jóvenes de San Esteban de Nogales o la gente de Jiménez de Jamuz fueron los VERDADEROS HEROES de esta tragedia. En Castrocalbón estuvimos esperando ver medios que nunca llegaron a apagar el incendio de La Chana. «Sólo llegó un helicóptero chiquitin que echaba un escupitajo de agua. No vimos hidroaviones ni nada. Ahí tenían que haber pasado una avioneta tras otra regando de agua cortando el avance del fuego y no hubiera tenido dos focos, no hubiera pasado a La Valdería ni a San Esteban de Nogales ¡¡y mucho menos al valle del Jamuz –a Villanueva, Genestacio, La Nora del Río, Quintana del Marco llegando hasta Alija!!– ni a La Valduerna»
«Faltaron medios y sobró la Guardia Civil»
«Faltaron medios y sobró la Guardia Civil. En este pueblo estamos completamente indignados con los agentes» decía un grupo de vecinos el pasado jueves a «La Bañeza Hoy» (que tuvimos que burlar el control que aún mantenían en el puente sin tener ni idea los agentes si había fuego o humo y en qué punto kilométrico, mandaban dar la vuelta a todos los coches y peatones). Yo fui por un camino y no había nada que impidiera la Libertad de circulación en esa carretera. Es más, los vecinos estaban en sus pueblos (Calzada, San Félix) eso sí, muy cabreados con la actuación de la Guardia Civil que no les dejaba pasar a sus casas (y que no había echado una mano con las mangueras, al contrario de lo que publicó este periódico, con fotos, la pasada semana, en Uña de Quintaña y los pueblos de Zamora donde los guardias no sólo cortaban carreteras sino que intentaron evitar que el incendio se extendiera.
«Si no es por doce vecinos el pueblo arde» nos decían en San Félix de La Valdería –en castrocalbón también se unió la gente con sulfatadoras y palas para apagar el conato de incendio del molino de Basilio cobreros el jueves por la mañana (aquí sí apareció ya el helicóptero forestal cargando agua de la piscina y ayudando a apagar el incendio: no como el lunes anterior que, una vez que nos evacuaron, estuvimos esperando toda la tarde Y POR AQUÍ NO APARECIÓ NADIE.
Lo mismo decían los jóvenes de San Esteban de Nogales en Ls 8 televisión, que no apreció ni una brigada. Se tuvieron que organizar con palas y arados, sulfatadoras y tractores con arados o gradas –como los vecinos de Jiménez de Jamuz (ver whats app)–, para hacer ellos mismos los cortafuegos.
Barrio de Arriba quemado «No vino nadie a ayudarnos»
La gente de Castrocalbón, evacuada al Pabellón Polideportivo de La Bañeza, quiso regresar, pero LA GUARDIA CIVIL SE LO IMPIDIÓ. (es más, hubo un agente, que salió en antena 3 noticias, que amenazó a una mujer con que o se daba media vuelta a La Bañeza o la detenía). La frustración y el cabreo de los hombres del pueblo en el Pabellón Municipal, iba en aumento la tarde del martes y el miércoles. «Evacuaron el Barrio» –nos decía Ángel, un anciano que lo perdió todo: dos remolques, la nave, aperos de labranza, mientras veía el jueves rescoldos humeantes entre las piedras entre casas y casas quemadas por el fuego que se pudo haber impedido que entrase en el barrio. «Pero no había nadie para apagar las llamas. El barrio estaba vacío y ardió.».
Luis, Argi, y varios varones más, clamaban en el Polideportivo de La Bañeza la actuación o inacción de la Junta y que les habían prohibido pasar en el control de 'La Hacienda'. «No nos dejan volver a evitar que se quemen nuestras casas» decían con los ojos llenos de lágrimas contenidas, entre ira, indignación e impotencia. Y es que la Guardia Civil no la ví, en Castrocalbón al menos, echar una mano a los vecinos. Es más, podían no haber hecho nada... pero lo peor es que impidieron a los vecinos salvar sus viviendas.
«En el Barrio había agua (corriente)» decía Ángel. El pueblo dispone de mangueras y bocas de riego –el ayuntamiento ha informado de su localización por si había un incendio en una casa o nave–. Se podían haber utilizado, pero se dejaron quemar las casas y todo el Barrio porque la gente estaba evacuada al Pabellón deportivo sin hacer nada. «No nos tenían que haber evacuado sin antes estar la UME en nuestros pueblos» decía Argimiro, dueño de una empresa de viveros de jardinería, con propiedades en Calzada –que quedó desamparada y a su suerte– y Castrocalbón.
Descoordinación
«En San Félix fueron estos hombres del pueblo los que lo salvaron. Se quemó todo alrededor pero ninguna casa» decía una señora. Castrocalbón no tuvo esa suerte. En Calzada de La Valdería pasó algo similar según nos comentaba Beni, con los ojos vidriosos y cabreada con la actuación de la Guardia Civil en nuestro valle. Varios vecinos del pueblo que formaban corrillo secundaban su disgusto más aún al saber que el mismo jueves por la tarde– cuanco la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora ya había dicho el miércoles por la noche que todos los pueblos del incendio Molezuelas-Castrocalbón ya habían sido relojados y las carreteras reabiertas. No sabemos por qué entonces el jueves seguía cortada la LE-110 a la altura de la rotonda de Jimenez enervando a los vecinos de todos estos valles, ni la carretera de Calzada de La Valdería, que permaneció cortada sin motivo toda la jornada.
La gente del valle se pregunta por qué pagamos impuestos si no hay médico, ni BRIF, y cuando hay un incendio son la gente del pueblo la que coordinandose por grupos de Whats app, lo tuvo que salvar. Es más, muchos se preguntaban para qué tenenemos a la Guardia Civil –que nunca ha evitado los robos en este valle (nunca están cuando se les necesita)–. Sólo aparecieron en pandemia a poner multas para quien no llevaba mascarilla por la calle (para eso sí venían: cuando sufrimos varias oleadas de robos en la gasolinera, estanco (innumerables veces lo asaltaron incluso con alarmas de moderna generación) y bares, y se esconden para poner multas de tráfico y pedir documentación. Cuando yo les he llamado en innumerables veces porque se incumple la ley de ruido nocturno con los decibelios (bares, chiringuitos y en fiestas) nunca han hecho nada. En La Valdería a veces ni se han dignado en ir –me lo contaron cuando había un vecino alterado mentalmente que destrozaba cosas y prendía fuegos–. En este valle robaron hasta las cebollas de las huertas y los ajos (seguramente –cargaron furgonetas arrasando con huertos– para vender en un mercadillo, no creáis que hablamos de que un vecino te robe un tomate o una sandía para comer: se llevaban todas las plantas). Y Castrocalbón sufrió, años atrás, robos hasta de la matanza del cerdo –los chorizos y carnes colgadas para su curación fueron robadas de naves durante la madrugada y nunca se supo su paradero–. Pero esta vez la indignación con la Guardia Civil fue superior porque una cosa es que no hagan nada, otra cosa que se dediquen a parar y multar a los vecinos, y otra, como esta vez, que impidiesen a la gente regresar a evitar que se quemasen sus casas ante la falta de envío de bomberos y brigadas forestales, UME y ningún medio por parte de la Junta de Castilla y León (a quienes tendrían que detener e imputar por negligencia, falta de medios materiales, negación del deber de auxilio, etc.)
Los vecinos también se quejaban de que Diputación no había sulfatado este año las cunetas de muchas carreteras «había hierbas secas de un metro» me decía Pablo, de La Valduerna. De hecho pude ver muchas cunetas prendidas por el fuego. Sin duda la Guardia Civil –ni los que no saben nada y solo acatan órdenes ni los presuntamente inteligentes que se tiraron no sé cuantos días investigando las causas del accidente que mató a Digo Jota y a su hermano en la A-52: lo digo yo Guarcias civiles superinteligentes de las unidades de investigación: Diogo Jota y su hermano murieron por culpa del Ministro de Fomento del Gobierno de España (no sé si es Oscar Puente) que no ha asfaltado esa autovía en tres o cuatro lustros (sólo hay que ver el estado del asfalto). No digo yo que no influyera la elevada velocidad para que volaran por los aires, pero el reventón –como los reventones que sufren todos los vehículos cada semana (en ese punto donde murieron los jugadores del Liverpool ya había habido tres accidentes de tráfico previos)– son por culpa del mal estado del asfalto, pero dudo que haya un solo guardia civil (y menos el chulo de la rotonda de Jiménez que amenazó a la chica ante las cámaras de televisión con detenerla si no se daba media vuelta a La Bañeza) que detenga a Óscar Puente ni a un ministro, ni aunque por negligencia causse cada día miles de muertes (de hecho ahí tenemos a la DGT asesinando a miles de conductores con su norma de prohibir superar en 20 km/h la velocidad para hacer un adelantamiento rápido y correr menos riesgo con la permanencia en el carril contrario–. Los políticos, los Gobernantes, causan muertes día tras día, semana tras semana pero la policía no les detiene ni les imputa delitos, porque trabaja para ellos (y si lo hace, como el jefe de la UCO, Moncloa se inventa una noticia falsa que envían a la prensa –a veces usan al Fiscal General del estado para hacerlo (está siendo investigado por ello)– como que el jefe de la UCO quería poner una bomba lapa al Presidente del Gobierno (noticia falsa dada por el Gobierno y publicada por todos los medios de comunicación –que luego tuvieron que rectificar– y cacareada por todos esos tertulianos pagados por los fontaneros del PSOE que se dedican a menoscabar la reputación de quien ose decir la verdad– (ahí tenéis las críticas al Juez Peinado y las palabras sobre 'lawfare' del Presidente del Gobierno cuando le han investigado a su esposa y hermano, y de Podemos–.
El monte tenía hierba alta este año. Llovió mucho en primavera. La Junta tiene una oficina de forestales en La Bañeza que no rellenan los papeles y la puta burocracia de mierda a ancianos que quieren ir a cortar leña o limpiar su quiñón (y no se valen para rellenar todo ese papeleo) –esto me lo dijo un señor de La Valdería que desistió «me dijeron que me las apañara». Nadie tendría que darte permiso para cortar leña en tu finca. Y a parte de los gilipollas forestales y de la Junta que impiden limpiar nuestros montes tenemos a los gilipollas de Confederación (que tampoco van a ser detenidos ni imputados) que prohiben a la gente limpiar los cauces de los rios en un falso ecologismo de mierda de putos imbeciles de mierda que estan enchufados por la Junta pero no tienen ni puta idea (como los que jodieron el acuífero al hacerlos túneles del ave desde León a Asturias reventando un manantial subterraneo y dejando sin agua a muchos pueblso: ni un solo agente de la Guardia Civil ha imputado a los que cometieron ese delito ambiental, pero ojo como arranques una planta de manzanilla del monte o cojas setas sin pagar licencia a la Junta (porque aquí todo es delito si no pagas, pero cuando pagas ya deja de ser delito –como las redadas ante las partidas de chapas–) y todo es delito cuando lo hacemos los ciudadanos pero no cuando lo hacen los políticos y ordenados por la Junta. (Recordemos que estos agentes medioambientales que no tienen ni puta idea fueron los que echaban culebras –que picaron a niñas que estaban en el minte– en Vizcaya, echaron sapos, echaron roedores que se convirtieron en plagas en nuestros montes o lucios que se comieron todas las truchas que ríos como el Eria tenían cuando yo era pequeño–. Pero estos trabajan en el mismo bando que la Guardia Civil y el SEPRONA no les detendrá por delito medioambiental (como no detuvieron a Álvarez Cáscos por ordenar que el Prestige, en vez que fondear a puerto el La Coruña y ser reparado) lo mandó a hundirse a alta mar contaminando todo el mar Cantábrico. Rajoy no ha pagado una triste multa por contaminar por esta negligencia todas las playas desde Portugal hasta Francia ¡¡pero ay de tí como tu coche derrame una gota de aceite!!
Cuando no existe igualdad ante la Ley, y existe una ley para políticos (aforados) y otra para ciudadanos... y cuando el Estado controla la policía (en nuestro caso Guardia Civil) y la Fiscalía, no podemos esperar que haya democracia ni justicia, porque los agentes «siguen órdenes (aunque les pidan violar los derechos humanos de un ciudadano español yendo en avión de Madrid a Mallorca –la benemérita le pedía el pasaporte de vacunación covid (o pasaporte nazi)– y no pasó nada a esos agentes que por lo menos atentan contra la igualdad ante la ley y cometen delitos de odio, discriminación y xenofobia porque ¿por qué siendo español tienes que estar documentado y siendo inmigrante ilegal no te multan? ¿por qué la Guardia Civil requisa falsificaciones de juguetes, etc. en los bazares chinos Y NO HACEN NADA CONTRA EL TOP MANTA que saben que vende productos falsificados –no paga iva, ni IRPF, ni impuesto municipal, ni está dado de alta en autónomos– ¿por qué no se trata a todo el mundo igual ante la Ley? ¿por qué unos agentes de la ley, cuando ven estos delitos, no hacen nada, –he visto furgonetas oxidadas y con agujeros, y espejos rotos que no pasan la itv– y sin embargo a los españoles nos detienen o no nos dejan ir a nuestra casa como ocurrió tras el incendio?
«Si pasan el miércoles por la tarde La Portilla, que pasó el fuego a ambos lados de la carretera, los vecinos se hubiesen quemado» me decía un joven de Castrocalbón justificando este control policial (que en un primer momento yo veo lógico, pero no cuando se nos realojó, según información oficial de prensa de la Comandancia de Zamora, esa noche –porque ya no había ni fuego ni humo ni en La Portilla ni en Castrocalbón–) ¿Estaban tan mal coordinados nuestros agentes por sus superiores que no sabían donde se había pagado el incendio y que la gente ya estaba en los pueblos y había regresado a los pueblos (a veces poniendo en riesgo sus vidas por un camino de monte por evitar el control absurdo que cortaba la carretera principal). ¿Qué superior se hace responsable de esas vidas si esa gente muere porque en el monte por donde intentan sortear la presencia de los agentes, –que están dos dias después cortando la carretera sin motivo– el fuego se reaviva y mueren calcinados? ¿Y quien va a pagar las casas quemadas por impedir a los vecinos que regresasen a evitar que se quemaran por no enviar efectivos la Junta? ¿Hay algún consejero imputado o puesto a disposición judicial? Ah, que no, que la policía y la Fiscalía trabajan para ellos.
«En el Barrio pidieron permiso para cortar las hierbas de las cunetas pero no nos lo concedieron» me decía Ángel. Si las cunetas hubieran estado limpias el fuego –quizás– se podría haber contenido y no habría saltado las carreteras. «Hay que pedir permisos para todo. No te dejan hacer nada. Mucha burocracia. Y la gente se harta, se cansa, y no pide permisos y dice ¿para qué voy a perder el tiempo limpiando? Nuestros abuelos lo hacían gratis. La gente iba por leña al monte a su finca y no necesitaba ningún permiso. Se limpiaban los cauces de los ríos para evitar inundaciones y se podaban las ramas para evitar que el fuego saltase los ríos de una a otra orilla como ocurrió en San Félix. Hoy han complicado tanto la vida al ganadero y al agricultor que hay que pedir permisos para todo, para cualquier cosa que quieras hacer en tu finca, que ya nadie quiere trabajar en el campo. Se marchan a la ciudad donde les den un sueldo de mil euros sin complicaciones, y los pueblos –y nuestros montes– quedan abandonados. Porque los forestales de la Junta –que cobran dinero, un sueldo– no limpian nuestros montes como hacían nuestros abuelos gratis. Hay mucha gente viviendo de la burocracia y del papeleo, de permiso tal y cual. ¡¡si tienes que rellenar más papeles para tener dos gallinas que para entrar en España en patera!!» sentencia un viejo contemplando las cenizas de lo que fue la nave agrícola en la que tenía dos tractores que hoy son hierros calcinados.
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