Ponferrada, 21 de agosto de 2025
La PLATAFORMA CIUDADANA STOP INCENDIOS NOROESTE PENINSULAR manifiesta lo siguiente:
1. Una tragedia histórica en nuestros bosques
Hace menos de tres años, los incendios de las sierras de O Courel y La Lastra arrasaron más de 10 000 ha en la Galicia limítrofe. Apenas estuvieron a punto de cruzar hacia El Bierzo, siendo contenidos tras tres semanas de lucha cerca del Puente de Domingo Flórez; en 2017 Cabrera sufrió el incendio más devastador del año en el que según la UME se quemaron 10.000 has. Estas cicatrices siguen marcando nuestro paisaje, recordándonos la fragilidad de nuestra montaña.
2. Situación en el territorio previsible: responsabilidad y negligencia
Este pasado domingo 10 de agosto, la provincia de León contaba ya con 10 incendios forestales activos, situación que fue empeorando sucesivamente. El incendio de Yeres, iniciado el sábado 9 de agosto, alcanzó en pocas horas el nivel 2 de peligrosidad y avanzó rápidamente hacia Las Médulas. Alimentado por rachas de viento de hasta 50 km/h, temperaturas extremas, baja humedad y una masa vegetal seca acumulada durante meses. El fuego avanzó a un ritmo diez veces superior al previsto por los modelos operativos, afectando de forma grave al Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad. En foco de Yeres, aún en nivel 2 de peligrosidad, ha forzado evacuaciones en más de una quincena de pueblos; más de 800 personas fueron desalojadas en Carucedo, Orellán, Voces, Montes de Valdueza y el propio núcleo de Las Médulas.
Actualmente, en la provincia de León, 26 incendios permanecen activos. Nueve de estos focos —entre ellos Fasgar, Anllares del Sil, Llamas de Cabrera, Yeres, Paradiña, Barniedo de la Reina, Caín de Valdeón, Canalejas y Gestoso— concentran la mayor preocupación. El incendio en Anllares del Sil continúa especialmente virulento, con comportamiento incontrolable, vientos cambiantes y un frente de llamas de gran magnitud que ha obligado a evacuar el Valle de Fornela.
Castilla y León enfrenta una situación de grave emergencia, con 30 focos activos en la comunidad autónoma y más de 5 000 personas evacuadas. Es inadmisible que, con estas condiciones meteorológicas y de riesgo extremo ya previstas por los boletines oficiales, el incendio de Yeres-Las Médulas fuera mantenido inicialmente en nivel 2, y que no se activara una respuesta preventiva ni de alerta temprana a la altura del peligro. Esta falta de anticipación y coordinación por parte de las administraciones responsables
constituye un grave fallo de previsión que ha derivado en la mayor catástrofe forestal y patrimonial de la zona en décadas.
En conjunto, esta ola de incendios ha calcinado más de 344 000 hectáreas en España, siendo el peor año registrado en las últimas tres décadas. Castilla y León está a la cabeza en términos de incendios activos y superficie afectada, con 23 incendios en nivel de gravedad alta.
Sumando los daños humanos, se han registrado a nivel nacional cuatro fallecidos, entre ellos un bombero en León, víctimas mortales que dan cuenta de la devastación humana, cultural y ecológica.
La respuesta institucional ha sido profundamente insuficiente, considerando el deterioro ambiental, la falta de planificación y la descoordinación entre administraciones.
3. Causas estructurales: abandono, mala gestión y modelo territorial fallido
Los incendios no nacen sin causa. En España, más del 80 % son provocados por la acción humana, ya sea intencionada o por negligencia. Se suman una deficiente labor de prevención y planificación forestal, la despoblación rural y el abandono de montes y fincas, favorecido por políticas nefastas marcadas por grandes intereses corporativos que se limitan al aprovechamiento no sostenible y la explotación por macroproyectos de grandes fondos de inversión desplazando al verdadero sostén de la zona que son las economías locales y sistemas tradicionales que ampara el reconocimiento como SIPAM (Sistema de Importancia en el Patrimonio Agrícola Mundial). Estas políticas, se encuentran lejos de la protección y conservación de la naturaleza que nuestras montañas y ecosistemas necesitan, incluidas, muchas de ellas en la Red Natura 2000 y la Red de Reservas de la Biosfera, así como el reconocimiento de KBAs (Áreas Clave para la Conservación de la Biodiversidad) por la IUCN (Union Internacional para la Conservación de la Naturaleza), al igual que el reconocimiento como SIPAM (Sistema de Importancia en el Patrimonio Agrícola Mundial) por la FAO.
Estos incendios no son un hecho imprevisible, sino la consecuencia de décadas de abandono del medio rural y de la falta de ordenación del territorio, del abandono de la vigilancia ambiental y de las labores de prevención más elementales (tales como el mantenimiento de las pistas y cortafuegos ya existentes), y también, de la desarticulación social y desinformación de la población. El resultado es un territorio sin un desarrollo sostenible y falta de medios para que una comunidad activa cuide eficazmente el entorno, expuesto a fenómenos extremos cada vez más frecuentes.
4. Falta de Planificación
Existen grandes vacíos legales de planificación del desarrollo territorial sostenible con ausencia de tramitación de los Planes forestales que exige la ley para ordenar el territorio forestal y abordar el conflicto de usos del suelo atendiendo a la normativa en desarrollo territorial sostenible.
El Plan Especial de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales (Plan INFOCAL), fue aprobado, pero nunca implementado. Diseñado para modernizar la respuesta ante incendios forestales, se aprobó en marzo de 2025. Sin embargo, su existencia no ha evitado la crisis actual: no se implementaron protocolos preventivos, ni se activaron recursos suficientes de manera oportuna.
A pesar de su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad (1997) y Monumento Natural (2002), no se implementó un Plan Integral de protección y gestión, y ha sufrido una drástica pérdida de población (entre un 25 % y un 40 % en los municipios afectados desde el año 2000), con una economía local casi exclusivamente dependiente del turismo estacional.Después de un cuarto de siglo, no hay un Plan Integral efectivo de protección de las Médulas, ni suficientes medios humanos y técnicos, que la UNESCO reclamó desde la declaración del sitio, en el año 2000.
5. Escasos medios y personal mal coordinado
La Junta dispone de 93 camiones autobomba con contratos de entre 4 y 9 meses y convenios adicionales que suman unos 100 vehículos extra según la Consejería de Medio Ambiente.
Exigimos mayor rigor y transparencia sobre si las contrataciones adjudicadas se ejecutaron puntualmente y en la extensión comprometida, y por qué en el episodio (Las Médulas / Cabrera) la respuesta preventiva/operativa no fue suficiente.
Constan contratos de tratamientos selvícolas preventivos para El Bierzo en 2025 (lotes y proyectos para 118 ha y otras actuaciones adjudicadas en mayo), pero en la práctica pueden suceder fallos operativos (retrasos en inicio de obras, limitaciones meteorológicas, falta de coordinación entre contratista/administración/ayuntamientos, ausencia de personal suficiente sobre el terreno en los días críticos). Sin embargo, las BRIF —equipos de extinción helitransportados— entran en campaña en torno al 1 de junio y su misión es la extinción, no la ejecución masiva de trabajos preventivos, porque entramos en época de riesgo de incendio. La referencia oficial para la “época de peligro alto” en Castilla y León está fijada como 12 de junio – 12 de octubre.
La eficacia preventiva de los contratos de tratamientos de limpieza con maquinaria, con el objetivo de realizar desbroces, cortafuegos y mantenimiento de pistas, dependen de que se realicen antes del periodo de riesgo alto; además, durante episodios de alerta la Junta ha dictado prohibiciones puntuales del uso de maquinaria (por ejemplo en franjas horarias críticas) para evitar iniciadores de incendios, lo que hace aún más determinante que la limpieza preventiva se ejecute con antelación y con eficacia.
A todo esto hay que añadir la precariedad laboral que sufren el personal de extinción de incendios forestales; jornadas abusivas, avituallamiento insuficiente, negligencias en la logística y organización del operativo, falta de profesionalización e insuficiente gestión pública del sector, ya que la mayor parte de efectivos del operativo están adjudicados a empresas privadas.
Exigimos también una mayor coordinación entre administraciones y una respuesta ante las catástrofes mucho más efectiva y rápida, tal y como ya establece la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes.
6. Responsabilidades políticas ineludibles
Frente a esta catástrofe ambiental y cultural, deben depurarse responsabilidades. Exigimos:
● La dimisión inmediata del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, máxima autoridad responsable de la planificación y prevención forestal, así como del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, por la precarización del servicio de prevención y extinción de incendios.
● Debe también ser destituido el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, por su responsabilidad específica en la gestión de los espacios naturales y forestales afectados.
● Se requiere la declaración de emergencia de Nivel 3 y la declaración urgente de zona catastrófica, con apoyo estatal para labores de reconstrucción, planificación forestal y medidas fiscales para los municipios afectados.
● Reclamamos una investigación independiente presentada ante el Procurador del Común y el Defensor del Pueblo (al afectar a varias CCAA), que determine responsabilidades políticas, administrativas y penales a todos los niveles administrativos: regional, autonómico y nacional.
● Exigimos además el endurecimiento de las penas y la agilización de los procedimientos judiciales para los responsables de provocar incendios, sean por dolo o por negligencia grave, garantizando que los delitos contra el medio natural reciban un castigo proporcional al daño social, económico, cultural y ecológico que generan.
● Instamos a que se respete Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, artículo 50: Mantenimiento y restauración del carácter forestal de los terrenos incendiados.
1. Las comunidades autónomas deberán garantizar las condiciones para la restauración de los terrenos forestales incendiados, y queda prohibido:
a) El cambio de uso forestal al menos durante 30 años.
b) Toda actividad incompatible con la regeneración de la cubierta vegetal, durante el periodo que determine la legislación autonómica
7. Propuestas concretas de acción
● Convocamos esta Concentración hoy jueves día 21 de agosto en la Plaza del Ayuntamiento a las 20h.
● Invitamos a vestir de negro el 8 de septiembre, que declaramos “Día de Luto Forestal”, sin símbolos partidistas, en señal de duelo y resistencia.
● Requerimos el cumplimiento de la exigencia de la UNESCO relativa a un Plan Integral efectivo de protección de las Médulas, con medios humanos y técnicos suficientes.
● Reclamamos una reparación justa para todas las comunidades afectadas y una restauración ecológica efectiva y vigilada en el tiempo; así mismo, una ordenación del territorio forestal a través del desarrollo e implementación inmediata de planes forestales, incluido el Plan Forestal de Ponferrada, de manera integrada para toda la comarca, que recoja las prescripciones planteadas por el reconocimiento de la FAO como SIPAM (Sistema de Importancia en el Patrimonio Agrícola Mundial).
● Exigimos a los ayuntamientos que convoquen plenos extraordinarios: guarden un minuto de silencio, declaren a Suárez-Quiñones “persona non grata”, y exijan medidas reales como planes contra incendios y protocolos de emergencia, y planes de ordenación del territorio y restauración de forma participada con la población.
● Reivindicamos la profesionalización del sector de prevención y extinción de incendios forestales, con condiciones laborales dignas, estabilidad en el empleo, extensión del calendario de actividad, mejora de la logística y los medios de avituallamiento, y una reconversión progresiva hacia un modelo plenamente público, que garantice eficacia, transparencia y respeto a los derechos de quienes arriesgan su vida en la defensa de nuestros montes.
8. ¡BASTA YA! Nos levantamos
Desde la indignación, la rabia y la tristeza, alzamos la voz. No permitiremos que una vez más nuestros bosques ardan impunemente, que nuestras comunidades sufran sin derechos, que el patrimonio histórico y cultural se pierda por incompetencia. Es hora de que la ciudadanía se una y exija justicia, verdad y un futuro forestal sostenible.
¡Salvemos Nuestras Comarcas: Bierzo, Cabrera, Laciana, Valdeorras, Ancares, Omaña, Maragatería, La Valdería, La Valduerna, Jamuz, etc!
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